ANDY WARHOL
Por Waldemar Verdugo Fuentes.
Friday, April 18, 2014
ANDY WARHOL EN MÉXICO.
FRAGMENTO DE "GENTE NOTABLE"
Entrevistas de escritor chileno Waldemar Verdugo Fuentes publicadas en revista Vogue y periódico Unomásuno de México, en periódico Prensa Libre de Guatemala, en revista Caras y periódico El Mercurio de Chile, citados en Hemerografía final, a Tenzin Gyatso XIV Dalai Lama de Tíbet, Claudio Arrau, John Huston, Dorothy Lamour, Anthony Quinn, Luis Miguel "Dominguín", John Hurt, Salvador Dalí, José Donoso, Ninón Sevilla, Mario Moreno "Cantinflas", Gilbert Becaud, Leonard Bernstein, Joan Manuel Serrat, Yehudi Menuhin, Charles Aznavour, Plácido Domingo, Andy Warhol, Raúl Ruíz y Nicanor Parra. Inscripción Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Departamento de Derechos Intelectuales Antología Entrevistas, Chile. ISBN 9789563535624
http://www.amazon.com/dp/B00IIUDTTS
Thursday, February 23, 2006
ANDY WARHOL: EL POP ART.
ENTREVISTA A ANDY WARHOL.
Por Waldemar Verdugo Fuentes.
Fragmentos Publicados en VOGUE.
En Artes e Historia-México.
Waldemar Verdugo Fuentes.
Fragmento de "Gentes Notables".
SITIO RAIZ: http://waldemarverdugo.blogspot.com
OTROS FRAGMENTOS
Fragmentos Publicados en VOGUE.
En Artes e Historia-México.
En
nuestra memoria se ha mantenido una idea que al parecer es común al pasado del
hombre: la de que existe en todas las personas un cierto combustible de fuerzas
enormes, que al ser canalizados incide positivamente en el desarrollo del
cuerpo y de la mente. En antiguos tratados que hablan de pócimas milagrosas se
dice que esta energía, por ejemplo, en las mujeres se materializa en la leche
materna y en el líquido de su boca durante el coito. Para las primeras sectas
naturistas era simplemente el agua, que es la leche de la naturaleza. En los
siglos XVI y XVII, los alquimistas europeos identificaban esta fuerza
primigenia con el semen original, reflejo de la historia de Moisés, quien
mientras guiaba el peregrinaje del pueblo hebreo, exigió que los guerreros
casados se abstuvieran de eyacular para preservar su fuerza. Hacia nuestra
época, personalidades como los escritores George Bernard Shaw y Ralph Waldo
Emerson buscaron desarrollar esta sustancia en su cuerpo a través de técnicas
de continencia sexual, siendo ellos personas de muy buen humor, como se refleja
en sus escritos. Hoy, muchas personalidades aceptan interesarse por este
conocimiento antiguo; como el músico Mick Jagger, líder del grupo Rolling
Stones, quien afirma que "practicar la continencia sexual en ciertas
épocas me ha evitado muchos problemas, canalizando esa energía a mi
trabajo".
En este otoño de 1985, en el “9", una
discoteca kirsch de la zona rosa de la Ciudad de México, sin que nos
presentaran, en el tumulto quedé ubicado junto a una persona impasible de
compleja apariencia, que llevaba una peluca color platino. Se veía perdido
entre la multitud que allí estaba y nadie, pero nadie, hubiera pensado que se
trataba de un artista que en USA era tan famoso como la Coca-Cola, y lo protegí
naturalmente hasta que llegó su séquito a custodiarlo. El se mostró muy
agradecido y ya no se apartó de mi lado, ocupándose de atenderme y que me
conocieran sus amigos. Andy Warhol se muestra siempre cordial, muy caballeroso
y atento con sus amistades, es muy cordial. Cuando se salta uno el disfraz y se
le mira a los ojos, se ve a uno de los forjadores del Pop Art; con quien elevó
los modestos anuncios publicitarios a obras de arte. Truman Capote lo llamaba
"una esfinge sin secretos". Fue el padrino del primer grupo rock-punk
(los Velvet Underground); rodeó de flores al movimiento Hippie e inventó las
pinturas acrílicas sobre telas de seda con los rostros de Marilyn Monroe y
Elvis Presley, dando su propio espacio a la estética kirsch. Retratista oficial
del ex-presidente de su país Jimmy Carter, influyó burlonamente en el cine con
sus experimentos "underground", en que buscaba aburrir al público con
interminables e inmóviles tomas de ocho horas sobre el Empire State Building, o
como su filme "Un hombre durmiendo", que duras seis horas y sólo
muestra a un hombre... durmiendo. Hoy se dice que Warhol se limitó a ser un
espejo de su época: erigió al hombre mismo como un producto de consumo. Sin
embargo, luego que su imagen extravagante deja de choquear, él mismo se ve un
hombre recatado, ciertamente tímido.
Esta noche mexicana, como era usual cuando
llegaba un artista a la discoteca pedirle un testimonio, alguien le proveyó una
caja con tizas finas y lápices con pintura de colores, con lo que se puso a
dibujar en una espacio pequeño acondicionado previamente con pintura opaca
blanca en una de las paredes laterales que, finalmente, habían logrado
despejarle para que trabajara. Mientras lo hacía, dijo que hacer un diseño
improvisado en un bar le resultaba "mucho más excitante que mantener
relaciones sexuales con quien sea". Sus amigos, entre bromas, aseguraban
que jamás se involucraba, solo miraba.
-El sexo sólo es nostalgia de sexo - dice
Warhol.
Cuando
terminó su dibujo, un caracol perfecto pintado de todos los colores que
encontró, unos sobrepuestos, cruzando tierra dorada enfrentado a la atmósfera
envuelta en niebla plateada; en un costado quería escribir algo en español, y
me explicó el concepto del caracol que es macho y hembra a la vez y también es
ninguno porque contiene ambos a la vez, él decía que era en este estado
original, sin ser hombre ni mujer, cuando era el mismo lo que en verdad le
hacía feliz. La frase final que decidió escribir fue "uno y lo otro".
Luego, dijo:
-Me identifico con el caracol porque yo
mismo, cuando soy abstencionista, es cuando soy más yo mismo, soy uno y otro.
El caracol ha nacido protegido de esas diferencias de sexo, para un caracol ser
macho o hembra le es indiferente, por eso puede abstenerse de ambos si
quiere. Un caracol pasa largas épocas o
siempre sin acercamiento sexual. Yo creo que la continencia sexual es una
práctica higiénica. Dicen que soy "mirón" pero no es verdad. Soy
abstencionista, y no todo el tiempo, sólo parte de mi tiempo, pero, pienso que
debo ser continente a tiempo completo porque con esa plaga horrible que se ha
esparcido; el Sida, los save-sex no son
seguros, y como no soy casado no puedo practicar la monogamia. La continencia
para mí es la única solución para no exponerme a las enfermedades que se
transmiten por vía sexual, y es una solución para todos. Es la razón de lo
popular que es cada vez más en USA.
En el
restaurante Night and Day donde lo llevamos a cenar con Monna Bell, que esa
noche estaba conmigo, junto a otros amigos y la propia corte de Warhol, pude
conversar más calmadamente con él. Le insinué que históricamente se consideraba
la abstención sexual como altamente represiva, particularmente cuando era
ordenada por leyes o decisiones religiosas, así fuera programa a intervalos por
diversas causas, a lo que él respondió:
-Se dice que es pre-revolucionaria y así es.
Pero debes analizarla mejor porque la memoria histórica no conserva todos los recuerdos,
hay cosas como dormidas en nosotros, que en algunos se despiertan pero no en
todos. La abstención es como un árbol con profundas raíces y que da buenos frutos. Hoy la gente
cuida cada vez más su cuerpo, pues en realidad es lo único que tenemos además
de nuestra imaginación. La gente está despertando a esta realidad física, y
cada vez más las personas se divertirán con menos cosas que dañen el cuerpo. La
práctica de la continencia sexual será
usual en la vida íntima de las generaciones futuras. Piensa que si tomamos a
los judíos más universales, son todos abstencionistas, Einstein, Weber, Kafka,
Freud, que, por lo mismo, decía que el sexo le da un sentido a la vida, pues,
en verdad, para ser continente hay que ser muy sexual, como los judíos o como
otros pueblos de Oriente, que saben algo de estas cosas -termina Warhol.
Es cierto que los sabios del mundo, que
hablar de "oriente" u "occidente" está siendo obsoleto en
el orden práctico, desde la antigüedad hasta ahora se percibe que existe una fuerza
universal no individualizada que se identifica en las personas con la energía
sexual como parte esencial de esta fuerza más vasta llamada vida. A partir del
siglo XX la ciencia explica esta fuerza no individualizada en el hombre como un
concepto de conjunto, no como discreta entidad, por ser el único medio válido
pues revestiría un significado funcional. Los científicos formulan esta
hipótesis afirmando que la materia y la energía son inseparables, o sea,
explican la existencia del Universo descansando en un accionar sobre la base de
una natural interconexión. Que es el famoso Ying y Yang de los antiguos
habitantes de China, donde el crecimiento de la conciencia y la mutación de la
energía sexual la entienden relacionada entre sí; que Carl G. Jung y otros en
el siglo XX explican refiriéndose a una sexualidad concebida como un medio de
expresar corporal y espiritualmente la fuerza de la vida. Antes, poco al
respecto se sabía o pertenecía al conocimiento oculto, por ejemplo, los
alquimistas siempre predicaron que la fuerza de la vida en su estado más puro
está transmutada en su el semen original. Jung, que a su manera también fue un
alquimista, dice en Tertium Organum: "es una excepcional energía a través
de la cual se expresa toda la naturaleza y que las personas pueden aprovechar
en su evolución y felicidad".
Así, la sexualidad se puede encauzar por dos
caminos: el de la procreación y el del crecimiento de la conciencia. En los
países del antiguo Oriente, la búsqueda para inflamar la conciencia a través de
la sexualidad tiene miles de años de estudio, que sólo ahora conocemos como una
corriente de cultura expresada con muy particulares técnicas. Entre ellas, la
meditación y el yoga cruzaron decididamente a esta parte del mundo a partir del
siglo XIX y a través de la Escuela Tántrica, a pesar de que solo se hicieron
populares luego de la Segunda Guerra Mundial. Estas técnicas utilizadas para
despertar la energía de que hablamos provocan cambios fisiológicos e internos.
En la transformación hay bifurcaciones de caminos: uno de ellos llevó al
glorioso movimiento Hippie de los años sesenta, en que las flores y el amor
libre despertaron un aspecto muy delicado del hombre. Andy Warhol lo retrata en
su obra. Se dice que los hippies liberados de entonces son los abstencionistas
de hoy día, quienes predican que más allá del sexo hay aún algo. Aún no se tiene claro si es la expansión de
la conciencia la que precede a la transformación de la sexualidad o si es la
nueva experiencia de orden en la práctica sexual la que provoca el crecimiento
de la conciencia; muchos creen que ambas expresiones de la energía son tan
inseparables que virtualmente son como una sola. En China antigua la denominan
Tao, para explicar con una voz esta energía. Tao se ha traducido como camino,
sendero, cruce, puente.
Se cree que algunas expresiones sexuales
como la continencia y el control de la eyaculación rescatan esta idea,
afirmando que si no se descarga la energía sexual en el acto (si no se eyacula
hacia fuera), el semen se puede dirigir hacia dentro, transmutándolo en un
nivel más alto de percepción. Científicos inmersos en la nueva sexología
afirman que las células se revitalizan a través de esta alta frecuencia de
energía que solo genera el cuerpo humano. Es la realización física del espíritu
por integración del plano que sentimos y aquel que permanece oculto a nuestros
ojos, pero que se nos hace sentir inmortales. Se ha insistido en la posibilidad
de que todos esos atributos mágicos que se atribuyen a ciertos personajes de la
historia, están relacionados con manifestaciones externas de un elevado nivel
de voluntad, o sea, la proyección del dominio interior.
Sabemos que la humanidad ha evolucionado
desde una vida animal primitiva a una vida cada vez más avanzada, y lo hemos
hecho como hemos podido, intuyendo resultados. Sin embargo, en casi todas las
culturas conocidas, lo usual es el aplazamiento temporal de la sexualidad en la
niñez como norma socialmente organizada. Pues se intuye que si bien el
desarrollo fisiológico incentivado con esta energía es importante especialmente
en un niño, el despertar temprano de ella no es necesario, porque todo tiene su
tiempo. También la energía sexual parece estar asociada con la capacidad
creadora, lo que involucraría a las personas intemporalmente.
Se ha discutido durante siglos si la
castidad es o no favorable para la conciencia, aún cuando la historia está
plagada de símbolos (como el de las
nueve musas que se las concibe vírgenes) y hechos que han quedado ciertamente
escritos. La heroína mexicana Citlalmina y su compañero Tlacaelel, el azteca
entre los aztecas, dicen las esteras escritas, se amaban como aman los
inmortales y juntos iluminaban la gran Teotihuacán. Citlalmina fue virgen y
murió anciana: no solo enseñó a las mujeres a tejer las redes, sino que
congregó a su alrededor a los artistas del Imperio azteca y más allá aún. De su
Escuela salió la piedra del Sol, en que está tallada la cosmogonía de nuestro
Sistema Solar. Se dice que hoy Citlalmina reposa en la forma del volcán de la mujer
dormida, que presagia un mundo creciente eternamente dando a luz enfrentada con
el cielo. El nombre de Tlacaelel los mexicanos suelen repetirlo solamente en
voz baja, como se dicen las voces sagradas. Bajo el gobierno de Tlacaelel, que
se extendía en todas las direcciones a partir del templo Mayor, llegó a estar
unificada toda Mesoamérica. Tlacaelel practicaba la continencia a través del
control de la eyaculación, que fue práctica común a los soberanos del México
antiguo, entre los que sobresalió el rey poeta Netzahualcóyotl.
A comienzos del siglo XX, el investigador
Arthur Gould (en "La ciencia del sexo regenerativo", 1911), señala
que "todos nuestros grandes pensadores han hecho hincapié en los
beneficios físicos, mentales y espirituales que se derivan de la
castidad". El escritor francés Honoré de Balzac lo expresó con crudeza
diciendo: "Si te acuestas para hacer el amor, con tu último gemido dejas
la novela en el lecho", sin embargo, él mismo reconoce que no es fácil
superar el transcurso del primer período de continencia pues lógicamente la
tensión sexual aumenta y, si no se conduce, es auto represiva al inhibir el
deseo natural. Otro escritor, León
Tolstoi, exclamaba: "¡Oh, si pudiera librarme del deseo durante tres
horas...cuántas otras cosas podría crear!". Por su parte, J.L. Borges
solía repetir: "Solo escribo para distraerme del amor". Así, buscando
conocimientos que acabaran con esa sensación de vivir quizás reprimido en un
aspecto fundamental, deseando hacer siempre sin posibilidad alguna de lograrlo,
es que nacieron hacia nuestra época verdaderas escuelas y movimientos centrados
en la órbita de la continencia sexual y el control de la eyaculación.
En el siglo XIX aparecieron los Shakers
(Sacudidores), un movimiento fundado en las cercanías de Albany, Nueva York.
Siguen siendo una secta cerrada de hombres y mujeres que en su propósito
intentan "sacudirse" el orgullo y el egoísmo, la vergüenza y todo
aquello que no permita la humildad, considerada como valor supremo del ser humano.
Los Shakers conducen una vida sexual de continencia absoluta, todos se levantan
con la primera luz del día y duermen cuando llega la noche, comen juntos y
subsisten aportando con su oficio al sitio comunitario; no se permiten
estimulantes como el café, el té, alcohol o tabaco, ni productos químicos.
Creen en un Dios con características masculinas y femeninas simultáneamente, y
no consideran la unión entre dos personas sino la unión dentro de la persona, o
sea, para los Shakers observar la continencia es un medio de acercarse a Dios.
Sus esfuerzos como sociedad han sido muy fructíferos, por ejemplo, científicos
de su comunidad aportan tiempo y esfuerzo para investigar la posibilidad de
clonación humana, a partir de experimentos que se realizan con células animales.
Ahora cuando es posible reproducir un animal a partir de una célula, y cuando
aún la posibilidad de crear un ser humano en laboratorio es esquiva, eso es lo
que persigue el científico en general que ensaya esta parte de la ciencia.
La fabricación de muebles para el hogar ha
sido una labor conocida de la actividad de los Shakers, produciendo algunas
piezas muy cotizadas en el mercado internacional. Entre ellos se muestran
cordiales y afectuosos, a pesar de que su férrea disciplina no autoriza a que
los hombres y mujeres compartan en privado. Al practicar todos el
abstencionismo sexual, incluso las parejas casadas que se incorporan al grupo,
no nacen nuevos miembros en la comunidad, que se mantiene sólo por adhesión de
nuevos sectarios. Esta es la razón de que si en 1860 había más de 6000
miembros, en 1900 habían disminuido a 1000, cifra que subió en la década de
1960, cuando algunos seguidores de la contracultura se acercaron a ellos, que
hoy no sobrepasan las 2000 personas, pero se mantienen fuertes en sus pequeñas
comunidades. Muchos han intentado acercárseles, pero no pudieron seguirles en
su disciplina, por lo que debieron conformarse copiando algunos de sus
ejercicios gimnásticos, como el baile llamado shake, que fue popular entonces.
Están de acuerdo los investigadores en que
la práctica de continencia sexual requiere gran disciplina física; los mismos
Sheikers, por ejemplo, practican una serie de ejercicios que conforman cierta
gimnasia ritual, que repiten cada día al amanecer y al anochecer. Parte del
programa es una especie de danza giratoria (similares a las que se danzan en
las comunidades Sufís de medio oriente), baile utilizado para neutralizar el
deseo del coito. Se ha comprobado que cuando uno da vueltas constantemente,
gira sobre sí mismo, cualquier punto de referencia exterior tiende a
desaparecer, motivo por el que esta técnica factiblemente libera también la
tensión sexual. Esta danza de las vueltas a medida que se sacude el cuerpo (de
aquí su nombre de shake o sacudón), es en verdad un baile profundamente
simbólico, que en su concepción inmediata es una sencilla forma de ser muchos
sin dejar de ser uno, libre de las restricciones estáticas anuladas girando y
girando.
Hubo otras comunidades célibes en el siglo
XIX, pero menos rígidas o encaminadas por otras motivaciones. Los Rappitas de
Indiana, más tarde establecidos en Pennsylvania, estaba conformado por unos mil
miembros de ambos sexos y fue fundada por un economista alemán por motivos
económicos: su productividad fue enorme y de alta calidad. Con objeto de
conservar este desarrollo, las parejas estaban autorizadas a vivir juntas un
año de cada siete para procrear. Se disolvió a medida que pasaron a formar
parte de la comunidad personas que deseaban liberarse de problemas económicos,
y desapareció a la muerte de su fundador.
Otro grupo que alcanzó cierta relevancia en
esa época fue la Sociedad Memnonia, que floreció en Yellow Springs (Ohio), en
que la continencia la practicaban los primeros noventa días, previo pago de la
cuota de incorporación. A la manera de un centro de vacaciones dirigido, la
primera época de castidad pretendía crear el clima, que unido al estudio de
ciertas técnicas amorosas orientales, junto con el vegetarianismo y la
abstinencia de agua, estaban dirigidos a un mejor experimento del sexo.
Estas sectas duraron poco tiempo, hasta que se supo que el refinamiento de la
energía sexual, como el de la conciencia, tienen que ser naturales. Los
sexólogos y otros estudiosos cuidan de advertir en contra de intentos rebuscados
para desarrollarnos, señalando que el crecimiento fisiológico y espiritual del
individuo tiene que ser coherente y equilibrado; es la razón de que nadie se
abstiene de eyacular, en ciertas épocas o siempre, sin comprometer su
conciencia.
Se sabe que es aconsejable la
familiarización con nuestra propia sexualidad tanto como se requiera, más para
aquellas personas temerosas de negarse a algo que les pueda reportar placer, y
si prescindir del sexo es un sacrificio, ¿por qué hacerlo?, no tiene sentido.
Además, hoy se cree, en este agonizante siglo XX, se piensa que a medida que se
desarrolla la conciencia, naturalmente la actividad sexual se atenúa porque
otras experiencias también reportan placer. Es obvio que quienes practicaron la
continencia a través de la historia
conocida, no hubiesen adoptado la abstinencia sexual si ésta les hubiera
proporcionado alegría menos efímera. Al fin, todo parece aspirar a lo eterno, y
siendo la vida misma sólo un instante... ahora entiendo perfectamente la obra de
Andy Warhol: él rescata ese instante de inmortalidad que nos dan ciertas cosas
creadas por nosotros mismos, de la vida nuestra de cada día, la imagen de una
bebida favorita, la sopa del día, un cantante, nuestra estrella de cine.
Hace unos meses, en Puerto Vallarta, donde
fui a verle en su refugio de Las Caletas, conversé con el cineasta mayor John
Huston (entrevista que publicamos aquí en Vogue), en que se trataba de rescatar su
"memoria" de Marilyn Monroe. Digamos que el viejo león de Hollywood
estuvo inmerso durante su vida en un mundo en que el sexo era muy importante;
ya sabemos que el componente erótico ha formado siempre parte de la imagen de
las estrellas del séptimo arte; en ciertas épocas, incluso, a mayor atracción
sexual, mayor taquilla. Huston se extrañó ciertamente de que, conversando de
sus recuerdos sobre Marilyn Monroe, a quien él dirigió en su primera y su
última película, llegáramos al tema de la abstinencia sexual, recuerdo que le
pregunté si esta jugó algún papel en la época de oro de Hollywood; ahora
rebobino la grabación:
-Sin duda, es un tema inexplorado por el
cine -dijo Huston-. Muchas de mis películas han girado alrededor de la
sexualidad humana. Mis protagonistas son seres abrumados por su sexualidad.
Quizás si porque yo mismo he vivido así. Me he abstenido de sexo en ciertas
épocas de mi vida, y han sido épocas en que trabajé más que nunca, para
olvidarme de que estaba solo. Cuando trabajamos en "Freud" el libreto
originalmente se lo confiamos a J. Paul Sartre, quien se trasladó desde Francia
a mi casa en Irlanda, donde vivimos juntos durante unas semanas para trabajar
en equipo. Recuerdo haber pensado lo raro que me resultaba que durante todos
esos días Sartre estuviera solo, sin una mujer. Alguien me dijo que era abstencionista,
y pensé que era la única respuesta posible para su enorme capacidad de trabajo.
Teníamos dos secretarias, yo mismo tomaba notas, y Sartre dictaba desde que se
levantaba hasta que se acostaba, que era muy tarde en la noche. Yo a veces
salía y él ni siquiera se daba cuenta. Todos terminábamos agotados y fue
siempre igual todo el tiempo que trabajamos... Hace poco me han enviado un
largo cuestionario de una revista en que me piden que responda preguntas acerca
de Marilyn: son preguntas indiscretas que no puedo responder. Contigo lo hablo
porque si hay algo que me preguntas y no puedo responderte, lo digo y cambiamos
el tema. Aunque estoy de acuerdo en que
el paso por la vida de Marilyn es interesante para conocer más de la sexualidad
humana, porque sin duda que ella despertaba todo el interés a su paso. Aunque,
en lo personal, nunca me sacudió eróticamente como a otras personas del medio,
y a los hombres que enamora desde la cámara, que la amaba. Ella era muy
atrayente, quizás sin proponérselo. Pienso que Marilyn evolucionó de ser
inconscientemente sexual a una alborada de conciencia que la encontró
desprevenida. Al final de sus días carecía de una familia, de la vida emocional
que implica la existencia de un ser amado, porque su matrimonio con Miller había
fracasado... ella estaba sola. Y diría que a pesar de ser Marilyn un símbolo
erótico, ella misma no tenía un particular interés por el sexo. En Hollywood
todo se sabe, y los amantes de Marilyn son los que se conocen, muy pocos, se
pueden contar con los dedos de una mano... para ser la más alta estrella es
algo muy especial de ella. Por supuesto que tuvo que pasar largas épocas de su
vida en abstinencia sexual, pero nunca pareció importarle, ella siempre buscó a
un solo hombre por eso no anduvo con todos. Marilyn Monroe fue como un canal,
que lleva agua para que otros beban, pero ella misma no necesitaba saciar su
propia sed. Por eso se hizo símbolo de una época, porque no perteneciendo a
nadie, podía ser de todos –dijo Huston.
La ciencia actual afirma, de acuerdo a
investigaciones de los que estudian este fenómeno, que el más explosivo
crecimiento de la conciencia se produce en la mitad de la vida de las personas,
y es la parte más dolorosa del desarrollo humano, junto con la certeza de la
muerte. En verdad, en nuestra época el despertar decidido de la conciencia es
considerado el sentido de la vida. El sabio Julián Huxley (en "La
dirección del ser"), al referirse a la felicidad como objetivo del ser,
dice que "la satisfacción del individuo parece describir mejor que
cualquier otra palabra aislada la faceta positiva del desarrollo y evolución
del ser humano, la realización de las capacidades inherentes por parte del
individuo y de nuevas posibilidades por parte de la raza; la satisfacción de
necesidades tanto espirituales como materiales; la aparición de nuevas
cualidades de experiencias susceptibles de ser disfrutadas". Plantea
Huxley que para sentirnos satisfechos es necesario crear un entorno de armonía
con nuestras "básicas necesidades interiores", que deben ser "lo
mejor que se pueda imaginar", porque, dice él, "ningún hombre alcanza
jamás su verdadero yo hasta que no alcanza su mejor yo".
Quizás haber despertado la satisfacción del
desarrollo de nuestra conciencia es hoy más importante que nunca, por el amplio
espectro de posibilidades que aporta el adelanto de la ciencia tecnificada; y
uno de los más serios aciertos que heredan del siglo XX los tiempos que
vendrán. Esta posición insinúa que la vida no es en vano; tenemos medios de
perfeccionar el mismo amor con nuestra inusitada capacidad de imaginar que
somos mejores, de intentarlo a partir del pensamiento para de ahí en verdad
acrecentar la experiencia de vivir. El desarrollo de las fuerzas interiores del
hombre del siglo XX no tiene paralelo antes. Y es el resultado e intención
original de las más nobles religiones y doctrinas místicas. La psicología y
otras ciencias humanistas, plantean este desarrollo íntimo de la conciencia
como el fin de una parte de la búsqueda espiritual, que está en la mitad del
camino y marca el comienzo de una nueva era en la vida del ser; cuando la
persona tiene atisbos de su sexualidad y la madura. Por eso, muy preciso, Andy
Warhol dijo en un momento que "la historia del crecimiento de nuestra
conciencia está escrita en la historia de nuestra sexualidad".
La investigadora June Singer (en
"Andrógino"), dice que "esta conciencia evolutiva que anuncia la
nueva era que viene es descubrir el extremo hasta el cual podemos dirigir
nuestra sexualidad y de las ramificaciones de todos los medios que existen para
condicionarla... La nueva era en la que estamos entrando exigirá un paso desde
el punto de vista exclusivamente personal a otro que incluya lo transpersonal,
un paso desde una posición egocéntrica a una orientación universal. El nuevo
modelo de conciencia sexual tendrá que estar dirigido hacia nuestro interior,
porque para ser consciente de uno mismo como ser cósmico se necesita descubrir
la naturaleza de nuestra propia esencia". Otro investigador, Herbert
Richardson (en "Nun, Witch, Playmate...") ya había escrito en la
década de 1970 que "imaginar siquiera la posibilidad de que se pueda
renunciar al deseo sexual un tiempo, implica la presencia de una nueva clase de
conocimiento".
Hoy es natural que la medicina analice todos
los aspectos de la intimidad humana, no simplemente cómo practicamos el coito,
además si éste es apetecible o no, si la calidad de la práctica sexual está de
acuerdo con la evolución que se produce en otras áreas de la vida. Un sector de
investigadores sugiere que el acto íntimo que acaba en orgasmo, puede ser
negativo para el desarrollo de la conciencia, debido a que en el instante
orgásmico se pierde momentáneamente la conciencia; considerando que esta
también se pierde por una enfermedad, un desmayo o en estado de coma, también
cuando alguien se encuentra intoxicado se presenta una suspensión temporal de
la razón y la libertad voluntaria de las personas. Sin embargo, otros
investigadores indican que perder la conciencia en el coito para experimentarlo
con plenitud es válido por tratarse de un acto voluntario, practicado
naturalmente por todos los seres vivos.
A un paciente que acusaba cierto estado de
insatisfacción sexual, William Masters dice: "...su placer queda reducido
en cierta medida porque usted no se pierde en la experiencia, desea vivirla
pero está observándola, y en verdad no hace una ni otra cosa. No digo que no
experimente usted placer en absoluto, sólo digo que una parte del mismo está
bloqueado". Sin embargo, el mismo investigador plantea que hay quienes
pueden mantener la plena conciencia durante la relación sexual e intensificar
así el goce. Esto de acuerdo con el planteamiento de que uno solo puede
apreciar realmente una cosa si esta no le domina, pues es inherente a la
expresión de libertad de las personas la singularidad de poder experimentar
algo y a la vez ser consciente de que lo está viviendo. O sea, cuando una
persona se está divirtiendo, sabe que está divirtiéndose; y al contrario, si
estamos haciendo algo que debiera ser agradable y no lo es, sabemos que la
experiencia no es satisfactoria. Esto ocurre cuando se ha producido el cambio
en la conciencia, y es la razón de que los deseos cambien a través de la vida.
Pero, ¿cuál es la causa de que ciertas personas renuncien constante o
transitoriamente al goce sexual? El doctor Rogelio Sansón, del Instituto de
Comportamiento Humano, con sede en México, atribuye esto a la naturaleza misma
del placer, pues "estamos biológicamente estructurados para experimentar
el sexo como un placer, pero nuestra estructura biológica también está
estructurada para practicar la continencia como un placer. O sea, nuestro
cuerpo puede gozar no sólo una clase de placer, y eso forma parte de la
experiencia de la vida". Converso
con el doctor Sansón en su oficina del Instituto, y le pregunto si el placer
sexual en sí cambia a medida que avanzamos en edad. El responde:
-Según las investigaciones que hemos
realizado, nuestros resultados al respecto son similares a los que han llegado
otros investigadores. Básicamente las respuestas sexuales son las mismas, no
importando la edad de la persona, y también independientemente de la clase de
contacto que se haya utilizado para alcanzarlo. En otras palabras, la reacción
sexual es natural y el placer que provoca en sí mismo no difiere a medida que
una persona va madurando; quizás sea esta una de las causas principales que
incita a algunas personas a la práctica de la continencia, por la rutina del
placer que no difiere sustancialmente en una pareja constituida.
-¿Puede diferir el goce en algún momento?
-Sin duda, en su intensidad y de acuerdo al
incentivo de nuestra pareja, pero el instante supremo del clímax es uno solo.
Todas las mujeres a los hombres nos hacen sentir que nuestra alma se nos va del
cuerpo, pero también todos los orgasmos, al nivel de placer, ciertamente no
difieren uno de otro. Es común que cuando se abren otros canales de conciencia
también otros placeres tienden a remplazar al de la reacción sexual, tales como
las emociones y las ideas. Por ejemplo, la mujer durante el embarazo
experimenta tales sentimientos de satisfacción que a menudo aplacan su deseo
sexual. Al hombre, en cambio, la vista de su mujer preñada exalta su instinto
sexual.
-¿Existe alguna definición precisa del
placer?
-Es difícil responder sin acudir a términos
médicos, pero te puedo decir que lo más aceptable es su definición usual como
el sentimiento subjetivo que experimentamos cuando nuestras áreas límbicas
están energéticamente activas. Dentro del comportamiento humano se considera
que la búsqueda del placer es la única manera de comportamiento, considerando
que la felicidad es la meta de la vida en un ser sano.
-¿A qué se atribuye que después del placer
sexual sobrevenga una especie de laxitud generalizada?
-Es debido a que sobreviene el clímax y de
inmediato los impulsos que genera el placer reducen la actividad eléctrica en
las restantes áreas del cuerpo. Aunque esta especie de descarga de energía es
más fuerte en el hombre que en la mujer, pues ella está capacitada por la
naturaleza para experimentar múltiples y seguidos orgasmos sin sufrir
necesariamente este cansancio agotador.
-¿Esto varía de acuerdo a la capacidad
física?
-Sin duda, pero, de acuerdo a estudios que
hemos realizado, aún el hombre más fuerte está agotado luego del cuarto clímax.
Por esto, a través de la historia se han intentado diversas técnicas para
enfrentar esto, que en ciertos hombres crea incluso profundos desequilibrios.
-Entre estas técnicas, ¿cuál ha resultado
más efectiva?
-Eso es relativo pues depende de muchos
factores. Sin embargo, al parecer histórico de la sexología, una que se ha
utilizado con éxito es la del control de la eyaculación, que no disminuye o
corta el placer y permite satisfacer a la mujer cuantas veces ella quiera.
Aunque las relaciones sexuales de larga duración no son satisfactorias cuando
los participantes buscan sólo el aporte sensorial autónomo, porque el placer
sexual no es siempre progresivo, no alcanza generalmente el desarrollo que se
experimenta en otras formas de placer sensorial, como la ternura. O sea, para
que una relación sexual prolongada sea satisfactoria, el placer debe estar
respaldado por el sentimiento que desciende de regiones más elevadas. De una u
otra forma, el uso de la electricidad del cuerpo que implica una relación
sexual provoca desgaste de energía, que es lo normal. Para prevenir,
justamente, este desgaste es que nacen técnicas como la del control de la
eyaculación o francamente la continencia. Lo ideal en el sexo es que tenga su
base respaldada por el sentimiento amoroso, lo que es inherente a lo mejor de
las personas. Se ha observado que incluso los animales irracionales tienden por
instinto a avanzar más allá de la pura satisfacción sensorial, a pesar de que
solamente el ser humano puede alcanzar el placer con el pensamiento, lo que se
ha establecido como la distinción más clara entre lo humano y lo sub humano.
-¿Por qué cuándo se piensa en pasarlo muy
bien, se hace casi siempre una asociación con el placer sexual?
-Por
costumbre, por ser lo que mejor conocemos como satisfactorio inmediato del
placer. Un músico que está horas y días creando una canción puede resultar una
inversión del tiempo sin objetivo para otros, se puede decir que un músico no
es una persona que experimente placer, pero es exactamente lo que ocurre. En el
placer la mente de una persona se encuentra constantemente estimulada, porque en modo alguno el estímulo debe ser
siempre sexual -termina.
La escritora chilena Gabriela Mistral, por
ejemplo, sin desestimar el placer sexual (aparentemente fue madre soltera y
enfrentó al mundo de su época) más de una vez se refirió también al placer que
da la práctica del oficio; ella llega a ver el oficio como un pacto con Dios
que hace feliz. Ella decía que basta que cada persona cumpla bien su oficio
para que se acaben los problemas en el mundo, por esto fue muy importante en su
labor extender el acceso a la educación, "para que cada uno tenga el
placer de hacer bien su oficio". Este placer que se siente al desempeñar
un oficio amado es exclusivamente humano, por eso se le relaciona con el orden
superior al no requerir aporte sensorial alguno, que es inherente al placer de
índole sexual. El amor constituye también una fuente no-sensorial en que el
placer se manifiesta en toda su excelsa plenitud. De hecho, el cerebro humano
es tan omnisciente que una persona puede entregar su vida por otra o por una
idea. Este placer altruista ha quedado como modelo sicológico en el Principio
de Antígona de Wolman, en que Antígona
realiza el acto más significativo que puede hacer en su vida: muere para
defender la dignidad de su hermano muerto. Este principio representa las
experiencias posibles de realizar en que el amor provoca una respuesta superior
a la vida misma. En la Biblia está rescatado por el apóstol Juan este principio
cristiano: "Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os
améis unos a otros." Dentro del comportamiento humano, debemos decirlo,
los actos de humanidad hacia nuestros seres amados, en principio, nacen con el
hombre mismo. Y al final todos nos salvaremos.
No es tan rara, entonces, esta cualidad
humana de renunciar a un placer inferior por un placer superior, en caso de
haber desarrollado naturalmente el deseo. Lo que narra John Huston acerca de
Marilyn Monroe tiene algo que ver con esto. Por designios secretos, quizás,
algunas personas se ven socialmente inducidas a simbolizar un placer
determinado y finalmente se les deja sin salida, pues cuando quieren
experimentar lo común y corriente, todo les está impedido, y si no son lo
suficientemente fuertes, se puede producir un quiebre como en el caso de la
estrella. Es la misma idea antigua de que un hombre es más hombre cuando tiene
muchas mujeres; cuando, en verdad, se trata de tener una sola, pero satisfecha;
como en la idea clásica de la calidad por sobre la cantidad, que, en la
relación sexual es muy pero muy importante. Por cierto, esta es una de las
explicaciones sicofisiológicas de la forma en que los seres humanos
progresamos.
Entonces, al parecer el sentido del placer
sexual, cuando se refina el placer sensorial, permite experimentar un más
elevado plano de conciencia, y cuando los placeres superiores sustituyen a los
inferiores, la función emocional generalmente pasa a ser más importante que la
sexual. El desarrollo implica que lo sexual se haga más complejo, más mental,
por eso no es extraño que la evolución de la conciencia pueda inducir a otra
opción como la continencia, en que el sexo se sustituye eventualmente por otros
placeres como el oficio.
En nuestros países de América y en Europa
aún no está muy claro en qué manera la continencia favorece el desarrollo
sicosexual, más que nada por los fenómenos de represión que se han esgrimido
como consecuencia de la castidad, y que ha impedido un amplio espectro de la
experiencia. Nosotros aceptamos que la idea de continencia se relaciona con las
teorías evolutivas de la sexualidad. Para algunos investigadores como Teilhard
de Chardin, la continencia es la culminación de la madurez sexual como fenómeno
susceptible de vehículo para experimentar el amor. Puntos de vista como el de
Chardin y otros, como Abraham Maslow, han desarrollado todo un concepto acerca
de la satisfacción del propio potencial como máxima necesidad humana. Maslow lo
nombra "auto-actualización", situándola después de las necesidades
fisiológicas y de seguridad, y después de las necesidades de afecto, éxito y
estima, y cuando elegimos la superior ante la inferior. Aunque no siempre es
así, porque esta importante elección depende del sentido que de sí misma tenga
la persona. En esta progresión de necesidades, las investigaciones que se han
realizado en el Instituto de Comportamiento Humano de México, señalan que la
abstinencia sexual tanto como el control eyaculatorio no resultan en modo
alguno perjudiciales, ni psicológicamente o en el cuerpo físico, aunque sus
estudios dejan en claro que es la propia actitud con respecto a la práctica lo
que hace a ésta saludable o no. Dice el doctor Sansón:
-Hay cada vez más personas que prefieren la
continencia al sexo sin compromiso emocional, observando que, luego de los
períodos de castidad, las parejas tienden a disfrutar con mayor intimidad su
relación. Hemos observado que para algunas parejas es una especie de juego que forma
parte de cierto erotismo, que tiende a aliviar las tensiones de otra índole,
como las de espera de gratificación sexual común a muchas parejas, que al no
recibir uno el comportamiento que espera de la otra persona, se desconcierta.
En una encuesta de septiembre de 1984,
realizada por el Instituto de Comportamiento Humano, que forma parte de un
programa más amplio relacionado con el control eyaculatorio, realizada entre un
espectro de 1000 jóvenes universitarios, con edades que fluctúan entre 18 y 25 años,
entrega de inmediato un serio interés por dominar el control eyaculatorio,
motivado por dos aspectos: satisfacer a la mujer, y cuidarse del contagio del
síndrome de inmunodeficiencia que asola el planeta, lo que es un hecho inédito.
La encuesta revela también un interés inmediato por conocer más de esta cierta
energía que moviliza el clímax sexual. Dice el doctor Sansón que la cierta
tendencia actual de la sexología de plantear similitud entre lo que creía Freud
y lo que plantea Maslow, hace de este un muy buen momento para saciar la
curiosidad juvenil. Andy Warhol, de plano considera que se le debe informar a
toda la juventud acerca de la continencia, del control eyaculatorio, de la
abstención sexual:
-Los jóvenes quieren saber más. Y sólo ahora
la sexología tiene más armas para responder a las dudas de nuestras costumbres
para hacerlas más perfectas. Hace muy poco tiempo hablar de sexo era
pecaminoso. Los jóvenes deben saber que el conocimiento de nuestra sexualidad
es requisito para el progreso y el crecimiento. El desarrollo se asocia con una
liberación del dominio sexual. Maslow afirma que toda la energía es una energía
sexual sublimada que se expresa de diversas maneras síquicas. Por esto quedó
Freud obsoleto, sin dejar de reconocer su aporte. Freud ubica al sexo como
principal inductivo de la mente humana y su única fuente de energía, señalando
que todos los placeres obedecen al área sexual.
-Como Adler, Jung y Fromm, creo que esto es
una exageración -afirmó Warhol-. Yo creo que tiene que existir una fuente no
necesariamente sexual en la vida. Esa energía más profunda es lo que se llama
amor, cuando el sexo se hace secundario y hasta renuncia a él por el objeto de
tu amor. Si has amado sabes de qué hablo. Yo creo que es esta fuerza y no el sexo
lo que forma la base de la conducta humana.
Es directo Warhol en su juicio. Antes,
Freud explicaba el comportamiento humano como resultado de la sexualidad, así
es como explicó la continencia, por ejemplo, como una desexualización de los
impulsos, aún cuando se cuidó de observar que también es posible trascender la
sexualidad en favor de una más alta experiencia amorosa, citando a personas
como San Francisco de Asís. Los actuales defensores del sicoanálisis se apoyan
en esto para no contrariar a los sectores de la población que practican la
continencia, afirmando que lejos de ser represiva y por ende provocar su
neurosis, a través de la sublimación del deseo sexual se pone de manifiesto una
fuerza, que en primera instancia es positiva para quien la realiza y luego
fortalece el entorno por la actitud calmada de quien la practica.
Andy Warhol, sin embargo, está de acuerdo en
que cada vez más los psicoanalistas freudianos aconsejan el control
eyaculatorio y la continencia. Dice:
-Es común que insinúen estas técnicas, más
ahora cuando asolan nuestra civilización plagas demoledoras que se contagian
sexualmente. Piensa en lo que sucedería si el destructivo Virus de
inmunodeficiencia, por ejemplo, se extendiera de tal manera que no se pudiera
detener; necesariamente deberíamos apelar a técnicas de continencia para
resguardar a la población sin infectar. Lo más seguro es que no sucederá nada
grave. Porque las autoridades de salud tienen como función esencial la de
cuidar la continuidad de la vida y deben poner todos los recursos al servicio
de ella, incluso deben cambiar con ella de acuerdo a sus necesidades. La idea
de una sexualidad cambiante es y deberá seguir siendo válida, porque es lo que
requiere la naturaleza misma para continuar. Freud sobrevaloró la primacía de
la sexualidad, ubicándola como motor del crecimiento humano, porque lo que nos
mueve como especie es algo más eterno, que además contiene la fuerza sexual,
pero sólo como parte de esa energía más vasta, que sin duda impregna todo el
universo. La misma energía que permite ser uno y lo otro a este caracol que he
terminado, y quedó digno, ¿te pareció digno?
-
Sí Andy, muy digno.
Waldemar Verdugo Fuentes.
Fragmento de "Gentes Notables".
SITIO RAIZ: http://waldemarverdugo.blogspot.com
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